martes, 14 de junio de 2011

Aceptación.


Alguien me dijo un vez que: Si fuera simple, si pudiera medirse, controlarse, predecirse, si pudiera evitarse no se llamaría AMOR.
Como bien dicen, se aprende a vivir sin una persona. Afortunadamente a veces solo hay que aprender a no estar junto a ella.
¿Qué pasaría si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le hace falta?
Supongo que si así fuera, no nos harían falta tantas cosas.
¿Quién dijo que no se puede vivir sin alguien?
Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.
Ricardo Montana

miércoles, 1 de junio de 2011

¿Cuántas vidas tenemos?


¿Cuántas veces podremos morir? Pues con cada muerte renacemos, jurando no cometer el mismo error que nos mató y curiosamente morimos por la misma razón.
La razón por la que mueres es la misma que te hace sentir vivo. “Contradicción poética”
Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, pero al morir y renacer somos más débiles que nunca.
¿Cuántas vidas tenemos? Solo se me ocurre contestar que, depende lo necio de cada corazón.
“Amor” palabra de dos silabas, dos consonantes y dos imbéciles.
Termino este pensamiento proponiendo: ¿Quieres suicidarte sin morir en el intento? 
ENAMÓRATE. 
Por: Ricardo Montana